Fuente: Diario de Teruel (MARCOS NAVARRO / Alcañiz)

Hoy tendrá lugar en Valderrobres una jornada preliminar para diseñar un contrato de río para la Cuenca del Matarraña, a la que asistirán representantes políticos, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), asociaciones de regantes, ecologistas, empresarios y otros agentes sociales. De conseguirse, sería el primer caso en España que desarrollase este modelo de gestión fluvial.


Un contrato de río es una herramienta de trabajo basada en “un proceso de participación en el que soñar juntos el futuro de la cuenca. Un reto y un desafío que sólo podremos abordar con la participación y el debate de todos los sectores sociales, políticos y económicos del Matarraña”, dijo Cristina Monge, directora de proyección externa de Ecología y Desarrollo, fundación que junto a la CHE impulsa el contrato.

Se trata de “diseñar qué queremos hacer con el río, y aquí entra la definición de modelos agrícolas, urbanísticos, de ordenación del territorio y todo tipo de discusiones que surjan alrededor del Matarraña”, añadió Monge.

Para ello, a la jornada asistirán técnicos del contrato del río Segre, en Francia, para explicar su experiencia. Seguirán su ejemplo por su pertinencia (desarrollan planes desde el año 2001) y por su proximidad geográfica y similitudes con la cuenca del Matarraña. Explicarán su desarrollo e incidirán en su problemática.

Precisamente, una delegación formada por Monge, el alcalde de Beceite, Alberto Moragrega, y el presidente del Sindicato Central de Riegos del Matarraña, José María Puyol, visitaron esta semana los Pirineos Orientales para conocer el río Segre y hacerse una idea de lo que representan estos contratos.

La exposición del caso práctico permitirá abrir un debate con los asistentes que desembocará en tres mesas de trabajo: una con responsables políticos para exponer los porqués de un contrato de río para el Matarraña; otra con los técnicos para presentar la metodología de los contratos de río; y una tercera con los agentes sociales de la cuenca para discutir acerca de sus expectativas y miedos. Después se pondrán en común  las conclusiones de los grupos.

Según explicó Moragrega, la jornada de hoy “servirá para arrancar este proceso”, el cual “será largo”. El objetivo es desarrollar propuestas “con un periodo de aplicación de cinco años y con un presupuesto que tiene que aportar la Administración”.

Para el alcalde de Beceite, un contrato “es una herramienta de planificación que recogerá nuestras reivindicaciones principales”. Parte de ellas están desarrolladas ya en el Dictamen del Matarraña que prevé la regulación del río mediante balsas laterales. Pero también caben otros temas, como “inundaciones y educación ambiental”.

Muy comunes en Francia

Monge comentó que en Francia “hay mucha cultura de contratos de río”. Fuentes de la CHE explicaron que esto se debe a que el francés es un estado menos descentralizado que España, en el que no existen confederaciones de cuenca. Para contribuir a que los fondos económicos en materia fluvial vayan destinados a paliar necesidades reales, se crean contratos de río en virtud de los que la sociedad es quien decide.

Para Puyol, “en Francia tienen la gran riqueza de que los ríos son casi privados y que son los usuarios los que los gestionan”